“Hoy que se las leo, las narrativas, descubro con alivio que Luis Miguel Sánchez Tostado es un narrador puro, y digo que es un narrador puro porque la mayoría de las historias que componen esta colección persiguen un fin que delata eso, la pureza del que cuenta, y ese fin es la sorpresa, la variación, el cambio de rumbo y hasta el volantazo final, o no tan final, que deja descolocado al lector cuando el lector —sobre todo el resabiado— se está dejando llevar por el feo vicio de la anticipación.”